Capítulo IV

Le grité enfadado a Manuel
no toleré su insulto
desde que ésto ocurrió
tengo una molesta sensación en la lengua
sutil, eso sí.-

Una niña me relata con voz de niña azucarada su relato,
le miro con ojos de mirador sonriente.-
¿Cuántos niños irán en este tren?
¡Cuántos niñas iban contaron historias?!

Cincuentalahuerta y nuestro vino tinto?
pasajeros comparten el mismo espacio
y nadie habla,
pienso en ese silencio incómodo que aterra a los recién conocidos.-

Han pasado dos minutos y nadie emite sonido alguno.-

Una toz, un bostezo, una inhalación sonora de mocos.-

Me dió sueño en una maestranza .-


Chao Carlo.