EN PROCESO.-.--

me enseñaron que había que encomendarse a los santos y a las vírgenes cada vez que fuera imposible controlar a plena satisfacción un suceso una foto un tecleo un mordisco un tacto un lamido una compra un pedaleo, dejé de rezar antes de domir, y tatita DIOS se ha portado bien conmigo, pero hay veces en que se va en mala, al CHANCHO igual, entonces me arrepiento un poco y me pongo a rezar otra vez, aun que sea tarde, después no pasa nada, me olvido de casi todo, como las hormigas que dejan de pensar que en cualquier momentos podrían ser aplastadas por un zapato que seguramente pesa más que miles de ellas mismas, bueno, por algo pasan las cosas, si un zapato cae sobre un montón de hormigas, por algo será, siempre se hace justicia según mi abuela, a lo mejor se olvidaron de rezar---